El estudio de la microbiota ha cobrado un gran protagonismo en los últimos años. Numerosos son los estudios y revisiones que nos orientan a saber si favorece (o no) lo que comemos a la microbiota.
La microbiota es muy extensa y hay mucha información al respecto, pero con este post quiero hacerte un breve resumen sobre lo que hasta a día de hoy la ciencia sabe en este campo y que además, puedes ponerlo en práctica.
En mi última publicación de instagram he compartido esta infografía a modo de resumen sobre si favorece (o no) lo que comemos a la microbiota. Pero a continuación por a ampliar un poquito más dicha información.
Alimentos buenos para nuestra microbiota
Nuestras bacterias son muy sibaritas; a ellas también les gusta comer de forma exquisita, y lo que más les gusta es la fibra. Eso sí, no todos los alimentos que nos anuncian como «fuentes de fibra» son los adecuados para nuestra microbiota.
Podemos clasificar la fibra en dos tipos: fermentable y no fermentable, siendo la fermentable la que más gusta a nuestra microbiota. ¿Dónde la podemos encontrar?
- Pectinas: son un tipo de fibra no fermentable que más diversidad bacteriana forman. La podemos encontrar por ejemplo en manzanas o zanahorias cocidas.
- Almidón resistente tipo III. Se encuentra principalmente en la patata y boniato refrigerado. Este tipo de almidón es un gran sustrato para la producción de butirato (ácido graso de cadena corta implicado en la neuroregeneración y protección de la barrera intestinal).
- Fructanos. Presentes en cebollas, puerro o alcachofas. Poseen sustancias inmunomoduladoras y antioxidantes.
- Mucílagos. Presentes por ejemplo en la chía, lino o el agar-agar. Son útiles en la recuperación de la mucosa gástrica.
- Beta-glucanos. Se encuentran en alimentos como las setas o la avena por ejemplo. Son potenciadores del sistema inmunitario y pueden ayudar a regular el colesterol.
- Polifenoles. No son un tipo de fibra pero sí actúan como tal. Los podemos encontrar en los frutos de color rojo como frambuesas, arándanos, moras; y en el cacao. Tienen efectos antioxidantes.
Alimentos que no favorecen nuestra microbiota
A diferencia de lo comentado en el apartado anterior, también existen alimentos que deberíamos evitar para seguir favoreciendo a nuestra microbiota y mantenerla saludable. ¿Cuáles son? Pues en general una alimentación rica en productos ultraprocesados y baja en frutas, verduras y fibra no fermentable.
- Alcohol.
- Azúcares refinados (en todas sus clases).
- Fritos y grasas vegetales hidrogenadas.
- Productos refinados.
- Edulcorantes.
Después de lo que te acabo de contar, ¿no crees que es demasiado descabellado ponernos a contar calorías antes que mejorar la calidad tu alimentación? Con esto no solo aprenderías si lo que comes favorece (o no) lo que comes a la tu microbiota, sino que mejorarías el estado de tu salud en general. Por eso, como no todos somos iguales, lo mejor es adquirir unas recomendaciones individualizadas y solo para ti. Si estás interesado en mejorar tu salud, puedes escribirme de forma gratuita y te explicaré como puedo ayudarte.
Gracias de nuevo por leerme.