¿Te apetece aprender a aprovechar tus alimentos para reducir tu desperdicio alimentario y con ello, el impacto medioambiental?
Se nos está yendo de las manos. Según los datos recogidos en el Panel de cuantificación del desperdicio alimentario en los hogares, del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, los hogares españoles desperdiciamos entre enero y diciembre de 2018 un total de 1.339 millones de kg/l. de alimentos y bebidas, lo que supone un incremento del 8,9% con respecto al año anterior, es decir, 109 millones de kg/l más. ¿De verdad no te parece una cifra bastante espeluznante?
Según la FAO, se estima que un tercio de todos los alimentos producidos a nivel mundial se pierden o se desperdician. La FAO nos hace reflexionar sobre dos cuestiones:
La pérdida de alimentos que se refiere a cualquier alimento que se pierde en la cadena de suministro entre el productor y el mercado, derivado de múltiples causas; y, el desperdicio de alimentos, refiriéndose al descarte o uso alternativo (no alimentario) de alimentos que son seguros y nutritivos para el consumo humano. Formas con las que desperdiciamos la comida (copio tal cual de su web):
- Los productos frescos que se desvían de lo que se considera óptimo en términos de forma, tamaño y color, por ejemplo, a menudo se eliminan de la cadena de suministro durante las operaciones de clasificación.
- Los minoristas y los consumidores a menudo descartan los alimentos que están próximos a la fecha de consumo preferente o que la han superado.
- Las grandes cantidades de alimentos comestibles sanos a menudo no se usan o se dejan y se descartan de las cocinas domésticas y los establecimientos de comidas.
Producir menos alimentos y menos desperdicio de alimentos llevaría a un uso más eficiente de la tierra y una mejor gestión de los recursos hídricos con impactos positivos en el cambio climático y los medios de vida.
Mientras tanto, ¿qué granito de arena podemos aportar cada uno? apostar por ideas de aprovechamiento alimentario en la cocina. Existen muchas formas de evitar que todos esos kilos de comida terminen en la basura de nuestras casas, así que si realmente sientes interés por este tema, me puedes hacer llegar tu petición y estaré encantada de poder ayudarte al respecto.
El otro día yo me encontré por la nevera dos plátanos bastante bastante negros (les tendría que haber hecho una foto porque no exagero) y, si te soy completamente sincera, ni me planteaba comérmelos a bocados. Me gustan más las texturas crujientes y también tenia claro que nos los iba a tirar, así que aproveché que tenía tiempo y preparé esté delicioso pan de plátano. Te dejo a continuación los ingredientes:
- 2 Plátanos maduros (cuanto más maduros más dulces). Para la nueva versión que os he propuesto en Instagram: 1 plátano maduro + 150 gramos de calabaza asada.
- 150g de harina integral
- 4 Huevos L
- 1 Sobre (7g) de levadura en polvo
- 1 Cucharadita de postre de bicarbonato
- Canela (al gusto)
- 2 Onzas de chocolate del 85% de cacao
- 1 Cucharada de postre de crema de cacahuete (ahora tengo la de Prozis)
La elaboración es muy sencilla. 1- Mezclar todos los ingredientes secos: harinas, bicarbonato, levadura y canela. 2- Triturar y mezclar bien todos los ingredientes húmedos: plátanos, mantequilla, huevos y crema de cacahuete. Luego ir incorporando poco a poco la harina a la mezcla húmero sin dejar de remover para que no queden grumos (yo lo hice a mano pero puedes utilizar unas varillas). Luego trocear las onzas de chocolate y añadirlas. Poner toda la mezcla en un molde y hornear a 180 grados durante 30 minutos. Dejar enfríar sobre una rejilla y listo.
¿Te animas a probarlo? Verás que desayunos y meriendas más ricas te van a quedar con este acompañamiento. Y, ¡recuerda! casero no es igual a más saludable y por tanto a infinito. Pero esto, si quieres, mejor te lo cuento otro día.