¿Sufres de estreñimiento? ¿Te gustaría aprender recomendaciones generales para abordar este síntoma? ¡Pues quédate aquí para seguir leyendo!
1. ¿Qué es el estreñimiento?
El estreñimiento no es una «patología» como tal, sino un síntoma. Además, es un motivo de consulta frecuente. Suele afectar alrededor del 15-30% de la población y suele ser más frecuente en mujeres que en hombres.
El rango de «normalidad» a la hora de ir al baño es muy amplio: entre 3 veces al día hasta 3 veces a la semana. Por tanto, no ir al baño durante 1 día, no se podría considerar como estreñimiento.
Se entiende como estreñimiento:
- Heces duras, secas y escasas.
- Falta de deseo de evacuación.
- Ir al baño menos de 3 veces a la semana.
- Dificultad en la evacuación donde incluso se podrían emplear manipulaciones mecánicas.
Además, también nos podríamos encontrar con 2 tipos de estreñimiento:
- Agudo: un síntoma puntual derivado de algún cambio que se reestablece al recuperar hábitos y rutinas (por ejemplo, un viaje).
- Crónico: puede ser funcional o un síntoma derivado de alguna patología.
2. Factores de estilo de vida que pueden favorecer el estreñimiento
Son varios y no es necesario que se den todos al mismo tiempo:
- Alimentación baja en fibra
- Sedentarismo
- Consumo de fármacos que favorecen el estreñimiento
- Sobrepeso/obesidad
- Reprimir de forma frecuente las ganas de ir al baño.
- Alteraciones en la motilidad colónica, disfunción en la musculatura implicada en la defecación, etc.
3. ¿Cómo trabajo el estreñimiento en la consulta de nutrición?
Como en todos los casos, el abordaje siempre se hace de forma individualizada. En consulta se emplean numerosas herramientas de registro que nos ayudan en la mejora del estreñimiento así como en establecer los objetivos nutricionales con los que trabajar con el paciente como por ejemplo: registro de comidas para evaluar la cantidad/calidad de fibra, escala de Bristol con la que evaluamos el tipo de heces, etc.
A nivel alimentación y estilo de vida:
- Mejorar la calidad alimentaria en general según el tipo de patrón alimentario del paciente, necesidades energéticas y nutricionales, y objetivos.
- Mejorar y/o aumentar el aporte y calidad de la fibra.
- Mejorar el estado de hidratación.
- Ayudarle a mejorar las medidas higiénicas: horarios regulares, postura facilitadora para la defecación, condiciones adecuadas, etc.
- Fomentar el consumo de grasas de calidad (ejemplo: aceite de oliva virgen extra, frutos secos, aguacate, etc.).
- Motivar al paciente a que abandone su estado sedentario (si es el caso).
- Valorar si es necesario algún tipo de suplementación u otros fármacos.
- etc.
Como siempre, todo va a depender del contexto, el historial clínico y la persona que acuda a consulta.
4. Infografía resumen

¡Espero que te haya gustado el post!
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¡Un abrazo!