Si eres fan de la comida italiana, ¡esta receta te va a encantar! Es elaborada, pero te aseguro que vale la pena por lo deliciosa que queda.
La pasta (junto a otros alimentos que se clasifican dentro del grupo de los hidratos de carbono), suele ser uno de los «alimentos prohibidos» para aquellas personas que vienen nuevas a mi consulta después de hacer miles de dietas milagro sin éxito a largo plazo y, por supuesto, de regalo se han llevado unos cuantos mitos alimentarios sin evidencia científica como: «la pasta engorda», «los hidratos por la noche no son bueno», etc. Repito, todas estas afirmaciones no tienen ninguna EVIDENCIA CIENTÍFICA; no se pueden generalizar y cada pauta alimentaria siempre tiene que ir PERSONALIZADA.
No me quiero enrollar mucho con esto (aunque sea algo importante a recordar), porque si has entrado a esta entrada del blog es porque quieres la receta. Así que voy a ir al grano. La mayoría de veces intento hacer recetas sencillas, rápidas, saludables (por supuesto) y que sean aptas para todos los públicos. Pero si os soy sincera, esta sí es una alternativa saludable, pero te recomiendo que te pongas con ella un día que dispongas de tiempo suficiente porque tiene su parte de elaboración.
A continuación te dejo los ingredientes que necesitas (para 4 personas aproximadamente):
- 1 Bolsita de tomate seco (80gr). Yo la compré en Mercadona.
- 50 Gramos de rúcula.
- 100 Gramos de queso Ricotta o requesón.
- 400 Gramos (en seco) de pasta que se pueda rellenar. Yo utilicé galets porque los tenía en casa y no, no eran integrales, pero es preferible que sí lo sea.
- 4 Cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra.
- 1 Cucharada de postre de orégano y otra de hierbas provenzales.
Elaboración:
- Pon a cocer la pasta en agua según las instrucciones del fabricante. Yo la tuve 13 minutos. Escúrrela y déjala enfriar un ratito.
- Mientras se cuece la pasta, pon a remojo en agua caliente los tomate secos. Al escurrirlos no tires el agua.
- Para preparar el relleno, pon en el vaso de la batidora (o picadora) los tomates secos hidratados, la rúcula, el queso ricotta, el aceite y las especias. Yo le añadí 3-4 cucharadas del agua de los tomates porque me quedó una textura muy densa, pero tampoco interesa que quede muy «aguado».
- Una vez el relleno lista y la pasta fría, es hora de rellenar con una cucharadita. ¡Aviso! ten paciencia porque, en función de la cantidad que hayas echo, vas a tardar un ratito para rellenarlos todo, ¡pero vale la pena!
- Pon a calentar el horno a 200 grados y ves colocando la pasta rellena en una bandeja o fuente para el horno.
- Una vez tengas toda la pasta rellenada y justo antes de sentarte para disfrutarla, vamos a darle un toque de calor de no más de 12-15 minutos y, ¡lista!.
¿Qué te parece? ¿Te animas a probarla? ¡me encantara saber tu opinión! Si te apetece puedes etiquetarme o enviarme la foto a mi perfil de instagram.
¡Te encantará!