Cada vez sois más el número de familias que decidís hacer un cambio de alimentación más saludable, sostenible y coherente con todos los animales. Es un cambio de vida muy motivador y enriquecedor, sobre todo cuando lo planteáis en familia, ¡os hace sentir mucho más unidos!
A continuación, os dejo algunas de las dudas o problemas (más secundarios, pero también muy importantes) que me encuentro en consulta y cómo podemos afrontarlas.
1. NO QUIEREN COMER COMER VERDURAS Y HORTALIZAS
La neofobia a las frutas y las verduras es un fenómeno muy típico en muchos peques y adolescentes, ya sean vegetarianos, veganos o omnívoros.
Como todas sabemos, las frutas y las verduras deberían ser la base de la alimentación de cualquier persona, pero algunas veces nos encontramos que los peques de la casa rechazan, ya sea alguna en particular, o todas.
Son múltiples las causas que pueden desencadenar en neofobia alimentaria, desde un sistema de autoprotección, por imitación, desconfianza, malas experiencias anteriores, etc.
Pero, ¿Qué debemos hacer si nos está pasando?
Lo primero que os recomiendo es que reviséis vuestros hábitos alimentarios, es muy importante que los adultos demos ejemplo comiendo una amplia cantidad de frutas y verduras al mismo tiempo que se las ofrezcáis a los más pequeños. Si en casa estáis acostumbrados a comer pizzas, burgers, pasta o simplemente coméis poca cantidad de verdura, es prácticamente imposible que los peques disfruten comiéndolas.
Otras recomendaciones que os hago:
- Eliminar los alimentos excesivamente dulces o salados de la dieta, ya que son ultrapalatables y por tanto pueden distorsionar el sentido del gusto y hacer que las verduras o las frutas sepan más sosas.
- Ofreced sin obligar, ¡pensad que pueden llegar a rechazar un mismo alimento hasta 20 veces!
- Averiguar qué es lo que no les gusta: textura o sabor y buscar alternativas saludables para tener una mejor aceptación.
- Ofrecerlas en formatos divertidos, con dibujos, animalitos…
2. NO LES SIENTAN BIEN LAS LEGUMBRES
Como muchas ya sabéis, las legumbres son una fuente proteica muy importante, sobre todo en alimentación vegetariana y vegana, por eso es tan importante incluirlas en nuestra alimentación de forma muy habitual.
No obstante las legumbres contienen unos compuestos llamados oligosacáridos que fermentan en nuestra microbiota y pueden llegar a producir gases bastante molestos.
A continuación os dejo algunos truquillos para combatir estos gases y así poder incluir las legumbres frecuentemente:
- Hacer un remojo previo de 12h aproximadamente y haciendo un cambio de agua en el momento que vayamos a cocerlas. Incluso podemos llegar a hacer hasta 2 y 3 cambios de agua durante el remojo.
- Cambiar el agua, cuando esta rompa a hervir.
- Cocer las legumbres con laurel o bicarbonato
- Hacer cocciones lentas, evitando la olla exprés.
- Pelando las legumbres, quitándoles los hollejos.
- Triturando las legumbres en formato hummus o en cremas.
También deberemos tener en cuenta dos cosas super importantes:
- Introducir las legumbres desde el inicio de la alimentación complementaria nos ayudan a tener una mejor adaptación a la larga a este tipo de alimentos ya que acostumbramos y adaptamos nuestra microbiota desde el principio.
- Por la misma regla de tres, si en casa no somos unos grandes consumidores de legumbres, será mejor introducirlas poco a poco, para que nuestra microbiota se vaya acostumbrando. Podemos empezar, por ejemplo con las lentejas coral ya que son de las más digestivas.
3. EL MENÚ DEL COLE NO ÉS EQUILIBRADO / NO NOS HACEN MENÚ VEGANO
Todos los meses de Septiembre nos encontramos con la misma batalla, correos arriba y abajo para luchar para que se respete nuestra decisión ética en el comedor escolar al igual que se respetan muchas otras cosas.
Dejar de comer animales no es un capricho, ni tampoco una moda, pero a muchas personas carnistas que no comparten este punto de vista les cuesta entenderlo.
Por suerte hay muchísimas personas que están luchando para que esto deje de ser así. Asociaciones como: @FEUMVE o @plataformaESVECO nos proporcionan las herramientas necesarias para que nuestra decisión pueda tirar adelante dentro y fuera de casa.
Otro problema que nos podemos encontrar muy relacionado es que obtengamos un menú vegetariano o vegano pero este no sea equilibrado, mayormente por falta de elementos proteicos. Si se produce esta situación tenéis varias opciones:
- Pedir a la empresa de catering que soliciten asesoramiento nutricional externo.
- Solicitar poder llevar tupper en el comedor para complementar el menú de algunos días.
- Compensar con el resto de las comidas del día. Para peques veganos las recomendaciones de raciones de proteínas estarían en 3 al día, y en los vegetarianos 2 (valor aproximado). Si en la comida que hacen en la escuela no han incorporado proteínas, aún nos quedan otras tres comidas donde podemos ofrecerlas a lo largo del día.
4. LOS ULTRA-PROCESADOS VEGGIES
Cada vez son más los productos ultraprocesados veggies que se parecen a los productos ultraprocesados de origen animal. Debemos ir con cuidado, ya que por el hecho de ser de origen vegetal no es sinónimo de más saludable. Muchos de ellos están cargados de aceites hidrogenados, harinas refinadas, azúcares (y sus primos) y cantidad de aditivos que le restan valor nutricional a la alimentación.
Además, como ya hemos hablado en el primer apartado, muchos de ellos son ultrapalatables y distorsionan nuestro sentido del gusto.
Lo más recomendable para tener una alimentación saludable sería tomar siempre los alimentos naturales o poco procesados. Y entender que el consumo de este tipo de alimentos solo se recomienda de forma opcional y muy poco frecuente.
5. ENTORNOS ESPECISTAS
Cuando hablamos de veganismo, no solo hablamos de alimentación, si no de un estilo de vida que rechaza el uso de los animales en todas sus formas: ocio, cosmética, ropa…
Es una tendencia que cada vez va más a la alza, pero aún queda mucho camino por recorrer, muchos libros, actividades escolares, juguetes, etc; tienen un carácter bastante especista y a veces resulta muy complicado educar a nuestros hijos con este tipo de filosofía.
Os propongo algunas alternativas tanto para hacer con vuestros peques como para concienciar a vuestro entorno más cercano:
- Evitar ir a zoológicos, granjas escuela, aquariums, etc donde los animales están encerrados y expuestos a uso y disfrute de los humanos, e id a colaborar a algún Santuario Animal para conocer las vidas de sus habitantes y empatizar con ellos.
- Transformar juguetes que normalmente tendrían un mensaje especista y haced santuarios, reservas naturales, rescates, etc.
- Inventad vuestros propios cuentos.
- Versionad las canciones de vuestra infancia.
- Implicar al resto de la familia en la búsqueda de actividades que no impliquen explotación animal.
Como reflexión final sobre este post, me gustaría comentaros que, es verdad que situaciones como estas nos las podemos encontrar de mil millones, ya que para empezar, cada familia es súper distinta a la otra. He intentado reunir y comentar de las mas típicas que me pueda encontrar en consulta, y espero que si os habéis sentido reflejadas en alguna de ellas os sea de gran utilidad!
Como veis, en consulta no solo hablamos del valor nutricional de los alimentos (también muy importante) si no, de todo el abanico de situaciones que se pueden desencadenar a raíz de nuestra alimentación. Así, que si tenéis cualquier duda sobre alguno de los puntos anteriores o queréis compartir vuestra propia situación, ¡soy todo oídos!
¡Muchas gracias por llegar hasta aquí!